El colchón de capital anticíclico se trata de un instrumento macroprudencial creado para reforzar la solvencia del sistema bancario, consistente en la acumulación de capital en fases de prosperidad económica, siendo entonces cuando se suele producir la generación de riesgos sistémicos, para poder ser utilizado en el momento en el que se materialicen riesgos que puedan afectar a la estabilidad financiera.
Esta decisión ha sido tomada debido a la información que posee con relación a la evolución de diversos indicadores:
- “Brecha de crédito-PIB”, que mide la desviación de la ratio de crédito al sector privado no financiero sobre el PIB respecto a su tendencia. Dicho indicador se encuentra en terreno negativo y mantiene una trayectoria descendente, alejándose del umbral de alerta.
- Otros indicadores macrofinancieros complementarios al anterior que, en conjunto, tampoco muestran señales de acumulación de vulnerabilidades sistémicas.
- El balance de riesgos para la actividad económica parece estar orientado a la baja en los próximos trimestres.
- El indicador de intensidad del crédito (ratio entre la variación anual del crédito y el PIB) se sitúa en niveles negativos, mientras que la ratio del servicio de la deuda (ratio de los pagos por principal e intereses de la deuda sobre la renta disponible de hogares y empresas), se encuentra en valores moderados, a pesar del aumento de los tipos de interés. Además, ha tenido en cuenta que la economía española continúa mostrando un superávit de la balanza por cuenta corriente.
- Sector inmobiliario, aunque los precios de la vivienda han experimentado un crecimiento en los últimos trimestres, mostrando algunas señales de sobrevaloración, su magnitud es limitada e inferior a la de otros países que sí han requerido la activación de medidas macroprudenciales.
Desde la última revisión del colchón de capital anticíclico, Banco de España ha observado un cierto endurecimiento de algunos estándares de concesión de crédito nuevo, así como una ligera disminución de las ratios entre el importe de las hipotecas residenciales sobre el valor de tasación de la vivienda. Además, la ratio entre el importe de las nuevas hipotecas y la renta de los acreditados mantiene un valor promedio estable. Por su parte, la ratio del servicio de la deuda hipotecaria nueva sobre la renta de los acreditados ha experimentado un repunte, como consecuencia del aumento de los tipos de interés. Aunque la proporción de préstamos nuevos en los que esta última ratio se sitúa por encima de 30%, umbral considerado prudente, continúa siendo limitada.
Con todo lo expuesto, Banco de España respalda su decisión de mantener el colchón de capital anticíclico en el 0%. No obstante, es consciente de que el entorno macrofinanciero está sujeto a una elevada incertidumbre, vinculada en particular a las presiones inflacionarias y al endurecimiento de la política monetaria para afrontarlas, y también a la elevada tensión geopolítica, influida por los conflictos bélicos en Ucrania y Oriente Próximo. Por ello, continuará con un seguimiento estrecho de la situación, así como una especial atención a la evolución del sector inmobiliario.